martes, 14 de enero de 2014

La basura tecnologica ya esta colpasando

El sazón sostenible no puede proseguir siendo una prescripción hueca justificadora de prácticas antiecológicas tampoco ni una ilusión impracticable. La pócima de lo que Kormondy llamaba las tres “p”, pollution , population y poverty , en otras palabras, adulteración, desarrollo demográfico y indigencia, ha envilecido la situación social y ambiental de los pueblos desposeídos, alejándoles de los intercambios monetarios y comerciales. Su papel como destinatarios de vertidos arduos de los países desarrollad os representa un refluido contranatural de la globalización capitalista que padecemos. Los informes del Worlwatch Institute nos dan enumeración anualmente de que el cosmos está dividido entre una minoría que disfruta de sustentos abundantes, bisagra casi ilimitad a, ataque a la tecnología de avanzadilla y otras precisiones, y una colectividad con pocas circunstancias de sobrepasar las dificultades de la supervivencia diaria. También asistimos muchas ocasiones a un cuestionario de culpabilizar a las bajas, incidiendo en la explot ación que estos países realizan de sus uniones, cerros y medios hídricos, cuando son los ricos los que más castigan al espacio con su modo de semblanza contaminante, su consumo íntegro de tangibles y su despilfarro obsceno. El 15% del total de las car éter de toda naturaleza transportadas en Europa son inmundicias. El suceso del tablón Probo Koala, con una contribución tóxica de nafta, hastiada acerada y sulfuro de hidrógeno, es paradigmático: ocho personas murieron en 2006 irónicas en Costa de Marfil por la mercadería l etal de un galeón de locución coreana, enseña panameña y jubón griego que llevaba un flete alquilado por una ocupación inglesa con acantonamiento general en Suiza y apartamento fiscal en Holanda. El tablero que se hundió (o fue avasallado) en 2004 en néctares de Turquí a con 2.200 toneladas de fallecidas tóxicas (contenían el cancerígeno dibujo hexavalente) de esenciales térmicas españolas es otro canon de práctica criminal. Los desguaces de grandes barcos mercantes en las costas de India, Bangladesh y Pakistán, incumplien do todas las legislaturas de reciclado seguro de naves, son otro acontecimiento gritador de prácticas deplorables sin defensa medioambiental siquiera medidas de convicción para las cualquieras. La necrosis institucional, la falta de exámenes y la aspiración de los pa íses ricos están desviando colosales brazadas de zupia artificial, la excrescencia tóxica de nuestro método de elaboración y consumo, hacia estos pueblos desfavorecidos , y entre ellas destacan los sarros de boatos eléctricos y electrónicos (Raee). Ex isten tres inconvenientes medioambientales respetados con la extracción de coordinadores: el hábito de muchas substancias tóxicas en el enjuiciamiento de extracción, un consumo asaz elevado de jugo y fuerza, y el gran libro de sarros (todavía venenos) que generan. El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente amora que cada año se generan unas 50 millones de toneladas de recortes electrónicos en el orbe ; es el tipo de hez que aumenta más rápido hoy en día. La obtención de los tártaros electrónicos crece tres oportunidades más rápido que la media de los despojos números. El espesor de fruslería informática crece entre un 16% y un 28% cada cinco años. Basura electrónica deslocalizada El precio del punto de vista de los bagazos electrónicos está aumentando. Mientras que reciclar un computador en Estados Unidos cuesta 14 euros, en India solo supone 1,4 euros . La inmundicia electrónica se deslocaliza, persiguiendo e l mínimo precio y la peor estipulación ambiental. La creciente multitud de tártaros electrónicos europeos que acaba en estados en florecimiento está provocando enormes golpazos ambientales en estos países y afecta a la lozanía de los trabajadores y de sus tribus. El conflicto es especialmente inquietante porque en este borde suelen labrar niños por sueldos miserables. Los azafates mandatarios a estos pueblos están henchidos de lujos electrónicos viejos: televisores de canuto catódico, Cpu, contrapuertas de CPU, reproductores de Dvd, organizadores portátiles, teclados, linotipistas, etc. Proceden de pueblos europeos como Italia, Holanda, Alemania, Reino Unido, Suecia, Dinamarca y Francia, entre otros , y camuflan estos cargamentos de bagatela como apara tos para liquidación de segunda mano. La aldea de Guiyu (China) se ha efectuado tristemente famoso por ser el máximo muladar electrónico del espacio: recibe el 60% de todos los estrépitos que se desechan en el planeta y es una de las áreas más corrompidas del universo . Estas exportaciones obvian el Reglamento comunitario Ce 1013/2006 de aprobación de compra, exportación y traslado de recortes, con la evasiva de que se negociación de "repertorios en buen estado de funcionamiento" y no de "residuos". Sin embargo, el mater ial no se comprueba y la maduro parte simplemente se desguaza y se combustión. India es la segunda garra tecnológica del universo (representa el 40% del mercado informático mundial), sin embargo todo lo que exporta lo importa dilatadamente. Es otro estercolero e lectrónico universal. Tenemos que advertir de cómo una parte de la bahorrina electrónica ( e - waste ) llega camuflada. Algunas Ong envían computadores, teclados o Cpu como subvenciones, con lo que cruzan las periferias sin compromisos. La determinación de elenco electrónic o de segunda mano es lo suficientemente ambigua como para liderar cruceros ilegales. Los útiles electrónicos contienen una compleja ensalada de tangibles y participantes que pueden ser harto apurados si no son opusculos admisiblemente. Contienen entidades tóxicas como plúmbeo, azogue o cadmio, por llamar algunas que amenazan la salubridad y el medioambiente. Y es que la extirpación de caudal, fanal o rollo de estrépitos como coordinadores y teléfonos movedizos puede ser un neg placer en gran medida provechoso. Pero los enjuiciamientos para obtenerlos son harto rudimentarios y imprudentes. La justicia de Moore ahora nos alertaba de que la diversidad de los contornos integrados se duplica cada año, por lo que diseños cada sucesión más aparatosos requieren más p otencia e impulsan a la quinta. Al mismo espacio, existe una (in)cultura del desprendimiento y de la práctica, que nos impele a la alada renovación de toda la cacharrería electrónica. El terminado es paradójico: si por un costado se reduce el bombeo de los procesadores, p or otro el engorde de extracción y liquidaciones vomita más zupia electrónica. La obsolescencia programada que acorta la vitalidad útil de los ingenios se une a este envenenado crecimiento. Y la marcha de examen sobre los flujos de tártaros y la partidas del benef icio económico a cualquier valor provocan el cruce de los restos electrónicos hacia países sin regulación siquiera examen. La situación es ensordecedora: una enorme legión de vertidos de estrépitos eléctricos y electrónicos (Raee) se están desviando de su de stino forzoso, las aposturas de reciclado, para reventarlos, desgajar lo más efectivo y finalmente depositarlos en desagües. Los responsables de esta inaceptable sede tienen prestigios y patronímicos, tanto por influencia como por supresión. La villa debe saber que los electrodomésticos llevan incorporado en su importe el precio de estipulación para cuando se conviertan en adarme, por lo que los fabricantes están percibiendo indebidamente un efectivo por todos los Raee que en sucesión de reciclado se están llevando a v ertedero. Un análisis de la Ocu (Organización de Consumidores y Usuarios) en España inmediatamente denunció este desmán demostrando que el 80% de los Raee se estaban llevando a chatarrerías, desguaces y desagües, sin que la tarifa por reciclado afuera constante para el final de recuperación; es una apropiación indebida por parte de los fabricantes, una práctica intolerable y una obstrucción evidente para la lozanía, ya que varios de los participantes de estos estrépitos contienen entrañas imprudentes. En particular, los ecologistas han rogado a la Unión Europea que: − Todos los estrépitos electr ó nicos sin cerciorarse se clasifiquen como "residuos", sea cual sea su extracción o hado . − Se resuelva el inconveniente más eficazmente en comienzo, incorporand o ambiciosos menesteres de ecodiseño, favoreciendo el reciclaje in situ . − Los impuestos que establezca la ley dependan de las características del producto (benjamín toxicidad, precisión de reciclaje, anciano carrera útil). En la Ue, el crucero ilegal de adarme s está creciendo particularmente entre los pueblos en el maestral y el nordeste de Europa. Los delincuentes están aprovechando los altos costos asociados con la negociación de sedimentos legales y están obteniendo cardinales provechos de las acciones de tráfic o y abolición de desperdicios llenos ilegalmente. Para ello hacen interés de una amplia complejidad de improvisados imbornales ilegales, comparables como graveras y cascajales, plazas artificiales dejadas y aberturas a encanto abierto. Europol informó en su Organised Crime Threat Assessment (Octa) de 2011 del hecho de que el manejo ilegal de desperdicios a menudo es favorecido por la cooperacha con líos razonables, incluyendo retretes financieros, importación/exportación y el borde de reciclaje de metales, y con especialistas dedicados a la artimaña de giros para lograr beneplácitos. Los desperdicios tósigos se mueven desde el sur al sudeste de Europa y a los Balcanes Occidentales (Rumania, Hungría y Albania), así como a otros Estados numeros. Italia todavía se ha disminuido en un sitio de tránsito para los adarmes electrónicos (personales eléctricos y electrónicos de segunda mano) en línea hacia África y Asia. Hay declaraciones de putrefacción en los bordes público y privado en relac ión con la transmisión de certificados por técnicos de laboratorio. A menudo se utilizan cabos de almacenaje intermedio para eliminar el hado final de los sarros, lo que hace difícil identificar las ocupaciones de las que proceden los ápices. El noroes te de Europa juega incluso un papel importante en la exportación de despojos a estados no comunitarios, especialmente el poniente de África y Asia. Róterdam, el desembarcadero con más manejo de Europa, se ha domeñado en el principal desagüe de despojos de Europa con destino a sitios como China, Indonesia, India y África. Los deshechos tósigos, los despojos electrónicos y los medios de transporte entregados de baja se transportan a África Occidental a través de los fondeaderos del cauro de Europa. En Italia, logísticas delincuentes, como la Cosa Nostra de Sicilia, la Ndreghetta Reggina de Calabria, la Sacra Corona de Puglia o la Camorra napolitana se encargan de la cosecha, suministro y el vertido de una parte relevante de los escombros. La “ecomafia” utiliza varias modalid ades para privarse de deshechos de la factoría metalúrgica, polvos venenos de la siderurgia y transformadores con aislantes temerarios como Pcb, entre otros. Hasta 350.000 toneladas de sedimentos artificiales imprudentes se usaron en el sur de Italia para l evantar academias y conejeras. El Convenio de Basilea El Convenio de Basilea sobre el cuidado de los balances transfronterizos de los desperdicios molestos y su eliminación” es un tratado ambiental total que regula estrictamente el acontecimiento transfr onterizo de desperdicios imprudentes y estipula exigencias a las p virtuosismos para avalar el comercio ambientalmente razonable de los mismos, particularmente en lo tocante a su vertido. El Convenio de Basilea fue adoptado el 22 de marzo de 1989 y entró en follaje el 5 de mayo de 1992. El Convenio es la respuesta de la junta internacional a los trances causados por la elaboración total anual de 400 millones de toneladas de desperdicios azarosos para el hombruno o para el ambiente debido a su s características tóxicas, maliciosas, explosivas, corrosivas, inflamables o infecciosas. Este tratado internacional reconoce que la manera más efectiva de amparar la vitalidad humana y el ambiente de males producidos por los desperdicios se peana en la apotegma disminución de su generación en brazada y/o en peligrosidad. Los fundamentos imprescindibles del Convenio de Basilea son: i) el tránsito transfronterizo de restos apurados debe ser reducido al mínimo consistente con su negociación ambientalmente apropiada; ii) los despojos peli grosos deben ser opusculos y benévolos lo más cerca aparente de la cuna de su provocación; iii) los desperdicios difíciles deben ser pequeños y minimizados en su surgencia. Para obtener estos fundamentos, la Convención pretende, a través de su Secretaría, controlarlos acontecimientos transfronterizos de d esechos espinosos; acechar y predisponer el cabotaje ilegal; ungir audiencia en la tutela ambientalmente coherente de los desperdicios; armar la colaboración entre las partes; y preparar mentoras vías para el tráfico de los cochambres aventurados. Sin embargo, el arqueo de los más de 20 años transcurridos es fatal: − No existe un adecuado cuidado internacional de los revuelos transfronterizos de los sarros temerarios . − La “gestión” de este enorme flujo de sedimentos tósigos en los pueblos receptores es ambientalmente inaceptable . − No existen salidas de economía en el ejemplar de los intercambios de pellejos. La ubicación de los países receptores de bahorrina electrónica en África ha alterado en sentido negativo: ahora no solo reciben los desperdicios de los estados crecidos, sino que acumulan incluso sus átomos al rebufo de un florecimiento económico incipiente. A diferencia de los estados ricos, la privación de consolidaciones acondicionadas para una buena tutela es clamorosa, lo que empeora el atolladero. La Convención de Basilea, reunida en Nairobi el año pasado , alertaba de que al ritmo actual, a partir de 2017 África generará más recortes electrónicos que Europa. Esta noticia y ignorada situación (para rebosantes) obliga a elaborar las políticas de pagaduría con los desperdicios electrónicos, que no deben centrarse solo en el cuidado del factoraje hacia los estados del gustado tercer universo, sino en afianzar escalones óptimos de claridad y comercio de los restos , asegurando as í u nas prácticas correctas . También, sin paternalismos, hay que reemplazar la parquedad “informal” de los rebuscadores y chatarreros, por una caudal sostenible que incorpore a estas cualquieras separadas con rangos dignos. Como los pueblos robustos cuentan con norma , tecnología y habilidad para administrar los desperdicios espinosos, todo este know how debe cederse a los países empobrecidos. Y sería asaz favoreciente que no repitieran nuestros errores en cuanto a la involución de la reutilización de los estrépitos eléctricos y electrónicos, que a pesar de ser una disyuntiva de grado superior al reciclado, ha sido relegada por este último. Justamente la vez de orquestar de una crematística de vecindad y de no haber sido también fascinados por la (in)cultura de servirse y voltear, debieran constituir la pata para expansionar talleres y cooperativas de reutilización. La rectificación (en la germanía europea, “preparación para la reutilización”) hacia lo alto del achatarramiento: este es el ejemplo que nos podrían surtir a los estados que aun hace proporcionadamente poco han sido aburguesados. El reciclado es más valioso, requiere tecnologías complejas y no cuestiona la obsolescencia programada 6 de surtidos y instrumentos; la reutilización es la genuina disyuntiva para p oner límite al escandaloso número de intoxicación y afrenta ambiental de los estados empobrecidos.


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